Empleo, legislación y competencia desleal originan la mayor parte de los siniestros de D&O
El ultimo Foro Inade habló sobre las responsabilidades de consejeros y directivos, con una mesa redonda en la que intervinieron tres perfiles profesionales diferentes entre sí: un experto a nivel jurídico, José Manuel Busto Lago, catedrático de Derecho Civil de la Universidad de A Coruña; un administrador de una sociedad, Rosa Rodríguez, administradora solidaria de Espina&Delfín; y un profesional de la industria aseguradora, David Gimeno, suscriptor senior de Líneas Financieras de QBE.
Según Busto, “el administrador responde ante la empresa, ante los socios, ante los acreedores y también ante la Hacienda Pública, y lo hace con su patrimonio. Es más, si contrae una deuda, esta puede recaer en sus herederos”.
Rosa Rodríguez destacó “el asesoramiento profesional. Debemos contar con un buen programa de compliance y, por supuesto, con una buena póliza de D&O. Cada vez resulta más complicado separar a la empresa del empresario y por ello debemos protegernos”.
David Gimeno explicó que las pólizas D&O “protegen al asegurado ante actuaciones negligentes, lo que de ninguna manera significa que, por estar asegurado, pueda actuar de manera indebida sin consecuencias. El administrador solo tendrá cobertura cuando no haya dolo en sus acciones u omisiones. Si en el juicio se demuestra que incumplió, por ejemplo, una obligación legal de manera consciente e intencionada, el seguro quedaría sin efecto”.
Gimeno comentó que las pólizas D&O funcionan basándose en el principio de inocencia: la compañía adelanta las fianzas y la asistencia jurídica, pero si la sentencia es condenatoria y se demuestra que ha existido dolo por parte del asegurado, éste debe devolver los gastos a la compañía. Esto supone un problema para las aseguradoras, ya que normalmente la persona condenada debe responder primero ante los perjudicados y después ante la compañía, lo que en muchas ocasiones se traduce en que la aseguradora no llegue a recuperar su dinero.
Sobre los siniestros de D&O, Gimeno comentó que los más habituales son los relacionados con el empleo, la legislación y la competencia desleal. También destacó que del 100% del gasto que suponen estos siniestros en su compañía, el 60% se destina a la defensa. “Los abogados que llevan este tipo de siniestros deben estar especializados en la materia, normalmente son muy buenos y sus servicios hay que pagarlos. También son procesos muy largos, la media para resolver un siniestro de consejeros y directivos es de año y medio, aunque tenemos casos que llevan más de ocho años sin cerrarse”.
Fuente: Seguros News